Una noche fria (Juliette)

Me encontraba en la ciudad del Vaticano, bastante linda por cierto. Antes de ir, andaba en mi casa y le había comentado a mi padre que saldría a dar una vuelta. No me prestó mucha atención pero de todas maneras me fui. Hacia frio, no sé si había sido el cambio de clima de dos países pero eso parecía para mí. No había pensado en que todo era nuevo para mí y me había ido sin saber a dónde pero tenía mi celular conmigo así que cualquier cosa podría llamar. Seguía mirando todo mientras las luces de los postes titilaban para prenderse pues la noche comenzaba a caer.

Salí a caminar por un lugar donde solía ir. Había salido de tarde pero pensando se había pasado el tiempo muy rápido y la noche ya se avecinaba. Caminé un rato mas hasta que me preocupé porque había llegado a una parte donde nunca había estado. Por un momento pensé que me había perdido, pero siempre podía volver hacia atrás. Cuando me dispuse a volver a mi departamento ya que comenzaba a tener bastante frío divisé en la oscuridad a alguien que me resultaba familiar. Luego de acercarme pude ver a Tony Bennett. Generalmente lo trataba con hostilidad ya que era un chico con bastante dinero y yo una pobretona con un empleo que me pagaban poco y nada, pero secretamente estaba totalmente enamorada de el.

Pasó por mi lado como si no me conociera pero pude advertir que me miraba de reojo. No pude evitar darme vuelta, mirarlo con expresión fría y decir con cierto sarcasmo:
-¿Te perdiste?
Observé las pobres luces que iluminaban la oscura noche. En algunos comercios ya comenzaban a cerrar las tiendas. Me cerré la chaqueta ya que hacía mucho frío y me estaba congelando, aunque traté de parecer tranquila. Lo miré de arriba a abajo, si que estaba muy guapo.

Lo miré con la misma dureza que el lo hacía.
-No necesito que tu me ayudes en nada- arqueé una ceja- ¿Acaso tú si lo necesitas?- me crucé de brazos. Los comerciantes ya apagaban la mayoría de las luces, por lo que quedaban unas pocas. Pronto en el lugar solo quedabamos nosotros. Me acerqué a el acortando la distancia.

Pronto la poca gente que quedaba en las calles se fue a sus hogares y quedamos nosotros juntos.
-Ni en el fin de mundo Tony- murmuré seriamente.
Me alegré de que se hubieran ido todos. Me gustaba que estuvieramos solo nosotros en aquel lugar. Ahora la única iluminación que había, provenía de la brillante luna.

-Si, una taza de café caliente en esta noche helada- dije metiendo las manos en los bolsillos al igual que el, tratando de calentarlas con el calor de mi cuerpo.-Pero si tu pregunta se refería a si se me ofrecía algo de ti, pues no no se me ofrece nada muchas gracias- lo miré con cierto rencor. Eso hubiera supuesto el fin de la conversación pero yo no tenía intención de irme. En lo contrario me gustaba estar en su compañía aunque la conversación no resultara muy agradabe. Caminé lentamente acercándome aún mas a el pero sin evidenciar que eso era lo que quería.

Lo ví alejarse lentamente. No quería que se fuera, quería que se quedara conmigo, pero mi orgullo pudo mas que mi deseo de estar con el y me quedé callada. En algún momento mientras observaba la oscura noche y el alejándose se escapó de mi boca su nombre.
-Tony- murmuré levantando una mano, pero no dije mas nada, mi orgullo lo impedía. Mi torpe orgullo.

Me quedé bastante avergonzada y noté como me ponía colorada. No quería parecer una desesperada por el.
-Nada, solo manda saludos por tu familia- dije desviando los ojos de el. Suspiré y con el frío salió humo de mi boca. Me estaba congelando pero no quería moverme de donde estaba.

-[color=darkred]No[, no fue por una estupidez, o tal vez si, tal vez sea una estúpida/color]-respondí moviendo los brazos y rezongándome por dentro. Y me puse de espaldas pretendiendo no verlo. No era por una estupidez pero para a el que le importaba cual era la verdad- te importa mucho?- murmuré con la vista perdida en la oscura y fría noche.

Me di media vuelta poniendo los ojos en blanco.
-¿Entonces te importa?, enserio me confundes- dije moviendome un poco el pelo.